dinsdag 1 december 2009

Goldcorp devora el territorio por la fiebre del oro

El oro no se come. Estos días, se devora. La onza del metal precioso superó los 1.195 US$, un record histórico. En tiempos de crisis global financiera, el mundo entero se enferma por la fiebre de oro. Empresas mineras como Goldcorp ganan a costo de las comunidades en San Marcos.

Publicado en la página web de COPAE, Guatemala (01/12/09). English version available.



Los últimos meses, las monedas y los lingotes de oro se han vendido como tamales de navidad. El dólar cayó, la crisis financiera arrastró todo, pero el oro no perdió posición. Es el principal refugio de inversores nerviosos, y bancos alrededor del mundo están asegurando su futuro almacenando el metal.

Según el World Gold Council, la reserva de oro almacenado es de casí 30.000 toneladas. En 2008, 31% de la demanda total de oro era para la inversión (identificable), 57% se utilizó para joyería y 12% en uso industrial y dental.

O sea, casí un tercio del oro que se extrae no se usa. Se guarda en cajas fuertes. Los pobladores que viven sobre las reservas de este metal no tienen caja fuerte ni oro.

Empresa hambrienta

Los mineros están con hambre. En el departamento de San Marcos, la empresa Canadiense Goldcorp Inc. tiene, a través de sus subsidiarios Montana Exploradora y Entremares de Guatemala, 15 licencias vigentes. Según los últimos datos del MEM, sus licencias ocupan 573 kilómetros cuadrados, lo que equivale al 15% del territorio de San Marcos.

Actualmente, Marlin I es la única licencia donde se está sacando metales en San Marcos. Su impacto es enorme. Montana Exploradora devora el territorio de San Miguel Ixtahuacán y Sipacapa, 24 horas por día. En 2008, se excavó y procesó 1.845.000.000 toneladas de roca en la mina Marlin (según el Informe Anual de Goldcorp). Son más de 1.000 camiones por mes. Dicho de otra forma, 55 piscinas olímpicas de tierra contaminada con cianuro. Cada mes.

El mismo año, Montana extrajo y vendió 241.300 onzas de oro, con el precio promedio del oro a 870 US$/ onza. Los datos son orgullosamente publicados en su página web para los tiburones accionistas en los 7 mares del neoliberalismo. Algunos inversionistas golosos en Canadá, Suecia, Noruega y otros países febriles ya sacaron sus calculadoras para 2009 porque el precio del metal casí triplicó.

Cuando Montana, en 2002 todavía parte de Glamis Gold, empezó sus exploraciones en San Marcos, el oro se cotizaba a 309,66 US$. No sorprende que Goldcorp Inc., la empresa mamá en Canadá, afirma ser la minera de oro más rentable del mundo. Fanfarronea que de todas las empresas mineras, la suya crece a mayor velocidad. 'Calidad'.

Migajas para los pobres

El clima actual le favorece bastante a las industrias extractivas. El Estado de Guatemala aún más. El Director Ejecutivo para Centroamérica y Sudamérica de Goldcorp Eduardo Villacorta, en las audiencias de la Comisión de transparencia del Congreso de la República, afirma que la Mina Marlin utiliza 12 litros de agua por segundo.

Saquemos nuestros calculadoras, por favor. Son 1.036.800 litros diarios. Una familia campesina, gasta unos 30 litros por día, podría sobrevivir 91 años con esa cantidad. La empresa le ha pagado 0.000.000 Q al estado y otros 0.000.000 Q a las comunidades.

No obstante, en El Ingeniero, su folleto para las comunidades, Montana afirma de haber invertido 15.407.810 Q de 2006 al 2008 en proyectos de desarrollo comunitario. Aunque eso le corresponde al Estado de Guatemala, y no a un Santa Claus falso, seamos honestos: no es poco.

Sin embargo, hay que entenderlo como migajas para los pobres. No alcanza ni siquiera a un porciento si lo comparamos con las ganancias netto de Montana en ese periodo: 188.800.000 US$. Más de un millar y medio de Quetzales.

Para los que quieren marearse: mamá Goldcorp, que saca oro en todas las Américas, ganó 2.344.000.000 US$ en estos años. En Quetzales ni cabe en la calculadora.
Ni El Ingeniero, ni la página web, mencionan el conflicto social que causa la distribución de sus proyectos 'de desarrollo'. Donde hay ganadores, hay perdedores. Como explica el Padre Eric Gruloos:

"Los que se atreven a oponerse a la mina, cosechan el rencor de sus vecinos. Los trabajadores de la mina amenazan a mis parroquianos. 'Si la mina no nos da la cancha deportiva, el asfalto o el maestro para nuestra escuela, es porque usted no se ha callado.' Este terror me recuerda al conflicto armado."

Goldcorp no vino a San Marcos a 'desarrollar' los pueblos. Vino a sacar metales de gran valor en circunstancias favorables. Punto. Vino a ganar dinero y gana un dineral con este clima financiero. Es una empresa gorda. Y le encanta comer del plato de los demás.

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